Si ha notado una disminución reciente en el deseo sexual o la frecuencia de las relaciones sexuales en su relación o matrimonio, no está solo. Muchas personas experimentan una falta de deseo sexual debido al estrés de la pandemia de COVID-19. De hecho, muchos de mis clientes con diferentes impulsos sexuales de referencia informan un menor interés general en el sexo y / o encuentros sexuales menos frecuentes con sus parejas.
Dado que la sexualidad tiene un gran componente psicológico, el estrés puede tener un gran impacto en el impulso y el deseo. Las interrupciones de rutina, los cambios importantes en la vida, el agotamiento y la fatiga moral que el brote de coronavirus trae a la vida diaria están dejando poco tiempo y energía para el sexo. Si bien tiene sentido que el sexo no sea necesariamente lo primero en tu mente con todo lo que sucede a tu alrededor, debes saber que puedes tomar medidas para mantener tu vida sexual saludable durante estos tiempos desafiantes.
Aquí hay cinco consejos para mantener una vida sexual saludable y próspera en momentos de estrés:
Su capacidad para los sentimientos sexuales es complicada y está influenciada por factores psicológicos, hormonales, sociales, relacionales y culturales. Su libido se ve afectada por todo tipo de cosas, incluida la edad, el estrés, los problemas de salud mental, los problemas de relación, los medicamentos, la salud física, etc.
Aceptar que su deseo sexual puede fluctuar es importante para no sacar conclusiones precipitadas y generar más estrés. Por supuesto, si está preocupado por una condición de salud crónica que pueda estar causando una libido baja, debe hablar con un médico. Pero, en términos generales, su impulso sexual no siempre será el mismo. Si se pone ansioso por algún cambio o los ve como permanentes, puede empeorar las cosas.
En lugar de analizar en exceso, obsesionarse o proyectar, recuerde que las fluctuaciones son naturales y que la disminución del deseo a menudo se correlaciona con el estrés. Manejar su estrés es muy beneficioso.
Besar, abrazar y otros signos de afecto pueden ser muy relajantes y útiles para nuestro cuerpo, especialmente en momentos de estrés.
Por ejemplo, un masaje en la espalda o un masaje de su pareja puede ayudar a liberar cualquier tensión o estrés y aumentar la sensación de relajación. Tomarse de la mano mientras mira televisión puede ayudarlo a mantenerse físicamente conectado. Estos pequeños gestos también pueden ayudar a establecer el estado de ánimo para el sexo, pero tenga cuidado con sus expectativas.
En su lugar, disfrute de otras formas de intimidad física y esté abierto a estos actos que conducen a algo más. Si ejerce demasiada presión sobre el contacto físico que conduce a una relación sexual real, es posible que involuntariamente esté creando otra barrera.
El sexo a menudo se considera un tema incómodo incluso entre parejas en relaciones cercanas y matrimonios. De hecho, muchas parejas luchan por hablar de su vida sexual de manera abierta y productiva porque una o ambas parejas se sienten avergonzadas, avergonzadas o incómodas.
No ser directo acerca de sus necesidades, miedos y sentimientos sexuales a menudo perpetúa un ciclo de insatisfacción y evitación. Por eso es fundamental aprender a sentirse cómodo expresándose y hablando de sexo de forma segura y abierta. Cuando hable sobre problemas, necesidades y deseos sexuales (o la falta de ellos), sea amable y paciente con su pareja. Si su nivel de ansiedad o estrés está disminuyendo su deseo sexual, sea honesto para que su pareja no haga suposiciones ni tome su falta de interés como algo personal.
Además, comuníquese sobre estilos, preferencias, fantasías e iniciación sexual para mejorar su relación sexual y asegurarse de estar en la misma página.
Si está acostumbrado a tener un impulso sexual más alto y está esperando que regrese con toda su fuerza antes de iniciar cualquier actividad sexual, es posible que desee cambiar su enfoque. Debido a que no puede controlar su deseo o impulso sexual, y es probable que se sienta frustrado si lo intenta, la estrategia más saludable puede ser iniciar el sexo o responder a los avances de su pareja, incluso si no se siente completamente excitado.
Es posible que se sorprenda por su nivel de excitación una vez que comience a funcionar a pesar de que inicialmente no siente mucho deseo o motivación para ser sexual durante momentos particularmente estresantes. Bono: ¿Sabías que probar una nueva actividad juntos puede aumentar la sensación de excitación?
La intimidad emocional conduce a un mejor sexo, por lo que es importante concentrarse en mantener viva su conexión emocional independientemente del estrés que sienta.
Como se indicó anteriormente, es natural que su deseo sexual fluctúe. Los períodos intensos de estrés o ansiedad pueden afectar su deseo sexual. Estos cambios pueden hacer que te preguntes cómo te sientes con respecto a tu pareja o provocar emociones desagradables, lo que podría hacer que te sientas más distante y menos conectado.
Es importante diferenciar entre los problemas de relación y los factores externos que pueden estar contribuyendo a su bajo impulso sexual. Por ejemplo, ¿hay un problema subyacente en su relación que deba abordarse o es un factor estresante externo, como la inestabilidad financiera debido a COVID-19, que interfiere con el deseo? Reflexione sobre su situación para que pueda comprender lo que realmente está sucediendo.
Tenga cuidado de no culpar a su pareja por sentirse fuera de curso en su vida sexual si identifica los factores estresantes externos como los mayores obstáculos. Encuentre formas de mantenerse emocionalmente conectado e íntimo con su pareja mientras maneja lo que se interponga en su camino sexualmente. Esto es esencial porque sentirse desconectado emocionalmente también puede obstaculizar una vida sexual saludable.
Manejar el estrés en sus vidas para que no interfiera con su vida sexual requiere trabajo. Discuta sus miedos y ansiedades, apóyense emocionalmente, continúen generando confianza y pasen tiempo de calidad juntos.
Nuevamente, es completamente natural experimentar altibajos cuando se trata de sexo. Durante los momentos que provocan ansiedad, se le permite sentirse mal o no de humor.
Sin embargo, haga todo lo posible por mantener una intimidad emocional, física y sexual con su pareja y hable sobre cualquier cosa que interfiera con su conexión. Mientras tanto, practica la paciencia y no saques conclusiones precipitadas si te toma algo de tiempo y esfuerzo volver a la rutina.
Nota: este artículo está dirigido a parejas que generalmente tienen una vida sexual saludable, pero que pueden estar experimentando cambios en la frecuencia, el impulso o el deseo debido a factores estresantes externos, como el brote de coronavirus.
Si tiene problemas sexuales de larga data o insatisfacción en su relación o matrimonio, es importante ser proactivo y buscar el apoyo profesional de un terapeuta sexual o de parejas con experiencia.