Sobre el papel, Frank lo tiene hecho. Tiene unos 60 años, está en bastante buena forma, guapo, semi-retirado de un negocio muy exitoso que se ejecuta solo, tiene un auto deportivo convertible y un velero. Tiene la libertad, el tiempo y los recursos para viajar.
Frank se divorció recientemente de un matrimonio a largo plazo. Sus hijos son adultos, educados, viven de forma independiente y son económicamente autosuficientes.
Sin embargo, Frank está solo, deprimido e infeliz. No tiene citas y no hace ningún esfuerzo por hacerlo.
Cuando conoce a alguien, generalmente termina en una decepción de su parte. Luego se retira a su caparazón y se pregunta por qué no está teniendo mucha suerte.
Un día, la hermana de Frank, Claire, estaba hablando de Frank con un amigo en común y le explicó que la razón por la que Frank no está saliendo es porque tiene «miedo de salir lastimado». Ella dijo que tiene miedo de abrirse y expresar sus sentimientos solo para que otra mujer los aplaste.
En mi experiencia, cuando entreno a clientes que me dicen que «temen salir lastimados», resulta ser una excusa general y una estrategia de defensa. Cubre toda una gama de miedos:
Temen tener que exponer alguna verdad oculta sobre sí mismos que protegen a toda costa.
Y el mayor temor de todos es que podrían ser el problema, no al revés.
Solo puedo esperar que Frank (¡y tú!) Siga mi consejo y encuentre una mujer con la que pueda compartir su vida.