¿Puede la dinámica de su relación engordar? Un estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud, tiene como objetivo averiguarlo.
La profesora asociada de la Universidad de Arizona, Emily Butler, dirige un estudio que examina la forma en que las diferentes dinámicas de relación pueden influir en la formación de hábitos. Butler sospecha que a las relaciones románticas no se les da suficiente crédito cuando se trata de cómo las personas dentro de esas relaciones desarrollan hábitos saludables o no saludables relacionados con la dieta y el ejercicio, hábitos que pueden llevar al aumento de peso o al mantenimiento del peso. Si bien el estudio se centra en las parejas que se han mudado recientemente y han comenzado a identificar y establecer hábitos compartidos, el estudio no excluye la posibilidad de que sus hallazgos sean válidos para todas las parejas.
El estudio se centrará en dos patrones dinámicos de relación. El primer patrón se define como «demanda-retirada»: una pareja intentará hacer que la otra pareja cambie sus hábitos poco saludables, lo que hará que la pareja no saludable se sienta molesta y presionada indebidamente. Este fastidio hace que la pareja enferma se retire de la relación y se entregue más a sus hábitos poco saludables. El patrón de «demanda-retirada» se relaciona principalmente con la conducta de evitación.
«A las relaciones no se les da suficiente crédito cuando se trata
a cómo las personas desarrollan hábitos saludables o no saludables «.
El segundo patrón, identificado como «ajuste del sistema de síntomas», se refiere en cambio a las parejas que asocian positivamente el comportamiento poco saludable compartido. Disfrutar juntos de estos comportamientos poco saludables es en sí mismo un elemento positivo de la relación o los comportamientos benefician la relación de manera indirecta, ya sea «creando cercanía o evitando conflictos».
Butler explica además: «Si vemos evidencia de parejas que comparten comidas excesivas o actividades sedentarias juntas de manera que realmente las unen y las hagan sentir cálidas y confusas el uno con el otro, esas parejas podrían meterse en problemas con el tiempo».
Por el momento, Butler y sus colegas todavía están reclutando parejas que se han mudado juntas recientemente para el estudio. Los participantes serán pesados, medidos y evaluados su psicología y hábitos al inicio del estudio y al final del estudio, seis meses después de iniciarlo.