Según un nuevo estudio, el sexo que tienes o no tienes puede ser el factor más importante cuando se trata de tu nivel general de felicidad con tu vida.
El estudio fue realizado por Carsten Grimm, de la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda, quien utilizó lo que él denominó «muestreo de experiencias» para obtener una imagen clara de qué actividades tenían el mayor impacto positivo y negativo en la vida de las personas.
Grimm usó mensajes de texto a intervalos aleatorios a lo largo del día para contactar a los participantes del estudio, preguntándoles qué habían hecho ese día y cómo les hicieron sentir esas actividades.
Según Grimm, esta forma de muestreo fue muy eficaz, con una tasa de respuesta del 97 por ciento a sus textos, lo que produjo lo que él denominó «una muestra realmente rica de la vida cotidiana».
«El sexo, por el contrario, parece
satisfacer todas las necesidades de felicidad «.
Después de acumular sus datos, Grimm dividió los resultados en tres categorías amplias relacionadas con la felicidad: placer (disfrute sensorial), compromiso (absorción total) y significado (ser parte de algo más grande).
Grimm descubrió que el sexo tomó la iniciativa cuando se trataba de actividades que producían felicidad, ocupando el primer lugar en las tres de estas categorías .
Otras actividades ocupaban un lugar destacado en más de una categoría de felicidad, pero el sexo era la única actividad que ocupaba un lugar destacado en las tres.
Por ejemplo, las personas encontraron que beber y divertirse era placentero pero no particularmente significativo, mientras que, por otro lado, las personas encontraron que estudiar era significativo pero no muy divertido.
El sexo, por el contrario, parece satisfacer todas las necesidades de felicidad, por lo que es un factor clave en lo que Grimm llama «la vida plena».
Fuente: Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda.