¿Cómo puede alguien construir una relación saludable si nunca ha experimentado o visto una en su propia vida? Las clases de relaciones y matrimonio pueden ofrecer la solución a este problema.
Una nueva investigación que surge de BYU y del Centro Nacional de Recursos para Matrimonios Saludables sugiere que las clases de educación sobre relaciones ayudan a las personas a establecer expectativas para sus parejas, desarrollar ideas saludables de lo que son (y no lo son) las relaciones y aprender los conceptos básicos de cómo tratar a sus parejas.
El estudio cita el colapso en la popularidad del matrimonio, el creciente número de matrimonios fallidos y la falta de asistencia a instituciones religiosas (donde tradicionalmente se enseñaban las habilidades para el matrimonio) como razones por las cuales las personas pueden necesitar asistir a clases dedicadas sobre el matrimonio y las relaciones para poder ser preparados para participar en sus propias conexiones saludables con los demás.
Las clases de matrimonio y relaciones se consideran especialmente útiles para las personas de bajos ingresos y las personas pertenecientes a minorías, ya que el estudio afirma que estas personas tienen niveles estadísticamente más bajos de exposición a relaciones exitosas que otras.
Como señala la coautora del estudio, Theodora Ooms:
«Parece lógico que la gente debería prepararse para las relaciones y averiguar lo que sabemos sobre esto y cómo podemos hacer que las relaciones funcionen mejor. Nos preparamos para el parto y la educación vial».