Ésta es una situación difícil y delicada. Lo primero que debe hacer es sentarse solo, aclarar su mente y sus emociones y ser racional. Una vez que involucra a sus amigos o familiares, las cosas tienden a salirse de control. En su esfuerzo por brindarle apoyo, es posible que digan cosas sobre él que realmente no quieren decir, lo que puede resultar incómodo más adelante.
Ahora piense: ¿Por qué sospecha que está haciendo trampa? ¿Es algo que vio o escuchó? ¿O es una conclusión a la que saltaste porque eres inseguro o porque él sale mucho? Se honesto contigo mismo. Las sospechas te harán actuar de manera diferente hacia él, lo que puede socavar una buena relación.
Preste atención a sus hábitos y lenguaje corporal. ¿Ha cambiado drásticamente su rutina? ¿Sale mucho más tarde y con más frecuencia? ¿Desvía la mirada cuando te dice adónde va o dónde ha estado? ¿Parece más distante y distante en situaciones románticas? Configure pequeñas pruebas. Cuando diga que se encontrará con Jake en la cafetería, dígale que tal vez pasará un minuto cuando esté conduciendo. Vea cuál es su reacción.
Lo principal para recordar es no obsesionarse con eso. Consulta su página de Facebook y Tweets y los de sus amigos. Busque publicaciones y fotos que puedan explicar su paradero, para bien o para mal, y sea objetivo. Toda esta es información pública. Tenga cuidado al tomar su teléfono y buscar mensajes de texto y registros de llamadas, ya que esto puede verse como una traición.
Si persisten las dudas, es posible que deba enfrentarse a él. No lo hagas cuando esté listo para salir por la puerta. Espere un entorno seguro, cálido y cómodo. Y no acuses, pregunta.