El matrimonio es un período fantástico en el que dos personas deciden crear su propia familia, compartiendo valores, pensamientos e incluso vidas. Por supuesto, todo el mundo quiere salvar el matrimonio el mayor tiempo posible. Pero a menudo las parejas ya no pueden mantenerlo. Las razones son diferentes, pero la causa principal es el dinero.
Se realizaron muchas encuestas y estudios específicos entre varios grupos de edad en los Estados Unidos. Más del 35% de todos los encuestados dijeron que el dinero era la principal causa de fricción, y aproximadamente el 44% de la generación anterior declaró lo mismo. Al mismo tiempo, el estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología mostró que casi todos los estadounidenses están experimentando un estrés financiero extremo, ya sea que tengan relaciones o no. Es una evidencia demostrable de una conexión directa entre el dinero y el estrés.
Las estadísticas cambian ligeramente con cada año que pasa, pero el hecho sigue siendo el impacto: los problemas financieros pueden considerarse un problema común importante en muchos hogares que podría conducir al divorcio. Además del estrés que acompaña a este tipo de problemas. Hay muchas cosas que pueden suceder inesperadamente. Puede estar relacionado con perder un trabajo, quedarse sin dinero, querer comprar algo que la familia no puede pagar hasta ahora o endeudarse profundamente.
Pero la cuestión es que todos los problemas pueden resolverse, incluso si parece imposible. Antes de tomar decisiones apresuradas que puedan afectar o arruinar el matrimonio, tenga cuidado de considerar otras formas de abordar el problema y encontrar la solución adecuada para su caso específico.
Es necesario recordar que todas las personas son diferentes, especialmente cuando se trata de gastar dinero. Alguien prefiere ahorrar más que gastar dinero en cosas innecesarias. Pero al mismo tiempo, su pareja puede ser una gran gastadora inimaginable.
La única solución para evitar posibles peleas con respecto a su gestión financiera conjunta es reconocer los malos hábitos de gasto de su pareja, pensar en sus propios hábitos financieros y no tener miedo de discutir abiertamente las diferencias.
De hecho, es esencial no retrasar esta discusión, ya que podría provocar graves malentendidos o incluso desconfianza. Tómese su tiempo e intente llegar a un compromiso con su pareja estableciendo prioridades claras para toda la familia. Piense en metas financieras alcanzables e impleméntelas en su presupuesto familiar.
Siempre es estresante aceptar el hecho de que el sostén de su familia pierde su trabajo, especialmente cuando sucede inesperadamente. Sin embargo, no hay lugar para el pánico.
La mejor solución para superar el problema es estar preparado antes de que suceda. Los jefes de familia deben discutir libremente todas las opciones disponibles y tratar de planificar con anticipación. Piense en diferentes escenarios: ¿qué hará si su cónyuge pierde su trabajo? ¿Ha ahorrado lo suficiente para un día lluvioso? ¿Es posible encontrar otro trabajo? ¿Qué tan rápido y qué tipo de trabajo será?
Todas estas preguntas deben responderse de antemano. Incluso si la situación no sucede, estará tranquilo sabiendo que está completamente listo para ello.
Y finalmente
Además de varios factores estresantes de la vida cotidiana, las trampas de los préstamos de día de pago pueden afectar negativamente al matrimonio más que cualquier otra cosa. Van de la mano de la increíble inseguridad económica que provoca sentimientos de miedo, frustración e ira.
Imagínese lo difícil que es mantener una relación sana y feliz cuando tiene que lidiar con débitos constantes de su cuenta bancaria y prestamistas agresivos que tratan de comunicarse con usted de todas las formas posibles. Es por eso que lo más importante que debe hacer es no ocultar la deuda de su préstamo de día de pago a su cónyuge y pensar en las opciones disponibles para deshacerse de sus deudas hasta que esto perjudique su matrimonio.
Incluso si escapar de la trampa del préstamo de día de pago parece casi imposible, debe saber que es más fácil de lo que cree. En primer lugar, deja de asumir más