Tanto hombres como mujeres son susceptibles al problema de estar demasiado ansiosos con su afecto. Todo hombre aprecia la atención, la mirada cariñosa y el toque tierno de una dama, pero hay un punto en el que demasiada dulzura se vuelve empalagosa y compromete nuestro reflejo nauseoso. El afecto es algo que debe devolverse en especie.
Para la mayoría de los hombres, la cantidad de privacidad también es importante cuando se trata de mostrar afecto, especialmente en las primeras etapas. Tumbarse en su regazo y bañarlo con demasiados abrazos y besos la primera vez que está entre sus familiares o amigos puede hacer que se sienta muy incómodo.
Para algunos hombres, besar siempre debe ser algo muy privado, mientras que otros están bien con muestras públicas de afecto.
Puedes ayudar a un chico tímido a relajarse y calentarse. Pero el mejor consejo es seguir las señales de él y no avanzar más de un paso.
Si te toma de la mano, tomas su brazo y apoyas la cabeza en su hombro. Si te rodea con el brazo, le das una sonrisa y te acurrucas con un beso en la mejilla. Si te besa la frente, pones la cara cerca y frunces, pero espera a que inicie el bloqueo de labios.
Solo trata de recordar la forma en que te miraban esos geeks con frenillos en la escuela secundaria y las náuseas que te hacían sentir. No seas como esos frikis.