Conseguir una primera cita es pan comido en comparación con conseguir una segunda. El objetivo principal de la primera cita es conocerse y ver si hay suficiente química para molestarse con una segunda cita.
Entonces, ¿qué sucede cuando te das cuenta de que el chico hace que tu corazón se acelere y realmente quieres volver a verlo? ¡Nada, si no juegas bien tus cartas!
Superar la primera cita significa dejarlo boquiabierto, así que solo tiene que volver a verte. ¿Cómo logras esto, preguntas? Haciendo lo siguiente:
No uses lo que crees que un chico quiere que uses, y en su lugar usa algo que te haga mirarte en el espejo y decir: «¡Daaamn chica!»
Si te sientes sexy y hermosa con lo que te pones, eso te hará lucir aún mejor para él. La confianza es lo más sexy posible, así que usa algo que te haga rezumarla por cada poro sedoso y suave.
No estoy hablando de técnicas de respiración profunda para calmar tus nervios, pero estoy hablando de no ponerte un montón de presión y preocuparte tanto por si él está interesado o no, que se vuelve imposible disfrutar de la cita.
A menos que tenga un Oscar en su manto, lo más probable es que sienta su incapacidad para relajarse y disfrutar, lo que podría ser un verdadero desaliento. Si bien quieres dar una buena impresión, estar relajado y estar con él hará que hacerlo sea mucho más fácil.
«Asegúrate de divertirte y
el resto caera en su lugar.»
Es más probable que un chico quiera volver a verte si siente que puede pasar un buen rato contigo, y no estoy hablando de eso en la cama, ¡aunque eso no estaría de más en el futuro!
Hágale ver que es divertido estar cerca de usted y el tipo de chica que es tolerante y está dispuesta a todo, y él estará pensando en planes para su próxima cita antes de que termine la cena.
Una chica que ha dominado el arte del coqueteo lo ha logrado cuando se trata de conseguir una segunda cita. Saber cómo sonreír, cómo mirarlo a los ojos el tiempo suficiente para ponerlo nervioso y cómo acercarse lo suficiente para dejarle tu fragancia sin ser demasiado sugerente es todo lo que necesitas para coquetear bien.
Practica con un amigo o frente al espejo con un muñeco de peluche si es necesario.
No necesitas sacar la risa falsa de la hiena o ponerte histérico por todo lo que dice. Solo trate de disfrutar de unas cuantas risas juntos durante la cita, porque estas son las pequeñas cosas que recordará mucho después de que se haya pagado la cuenta y se haya detenido el taxi.
Junto con todos estos consejos, es el más importante: ¡asegúrate de divertirte y el resto encajará en su lugar!