Ah, los buenos viejos dígitos. Estoy seguro de que hay miles de frases cursis para tratar de conseguir el número de teléfono de una mujer, pero seamos honestos, no funcionan. Cuando buscas convertir una excelente conversación en un bar en una primera cita, necesitas una forma de contactarla.
Puede solicitar su correo electrónico, cuenta de LinkedIn o dirección postal, pero un número de teléfono celular es lo más práctico y lo más fácil.
Entonces, cuando conoces a una mujer increíble y esperas que se convierta en algo más, ¿cómo obtienes el número de una mujer lesbiana?
¿Solo quieres llevarla a la cama o crees que hay una relación en ciernes frente a tus propios ojos? Piense en el juego final antes de hacer una jugada.
La autora Fran Lebowitz, conocida por sus comentarios sociales sarcásticos sobre la vida estadounidense, dijo una vez: «Cuando eres adolescente, estás en la última etapa de tu vida en la que te alegrará saber que el teléfono es para ti».
A lo que Lebowitz se refiere son a las mariposas en el estómago, la euforia total cuando esa persona llama de quien estabas esperando escuchar.
Por eso, amigo mío, es tan importante asegurar los dígitos. Si ha conocido a una mujer que le gustaría conocer, sea honesto al respecto, consigo mismo y con ella.
La vida es demasiado corta para jugar duro o andar por las ramas. Simplemente, y sin tonterías, pide ampliar la conversación – y la posibilidad de una primera cita – con su número de teléfono.
El novelista brasileño Paulo Coelho dijo una vez: «Lloro muy fácilmente. Puede ser una película, una conversación telefónica, una puesta de sol; las lágrimas son palabras que esperan ser escritas».